Descripció
«Ten la seguridad de que muero concentrado en un solo recuerdo: tu figura, la de nuestro querido hijito y la bandera del Partido, que se ofrece victoriosa en tiempos muy próximos. Ayer nos decías que si queríamos flores enviadas por ti. Sí, llévanoslas allí, a la fosa común donde caigan nuestros cuerpos, que es lo único que de nosotros pueden fusilar. Si llegas a tiempo, aunque esté frío, dame un beso, ¿quieres? Yo me llevo esta esperanza y ¡estoy más contentito!».
Con estas palabras se despidió Eugenio Mesón de su pareja, Juana Doña, momentos antes de ser asesinado por el franquismo en el cementerio del Este de Madrid. Su amor revolucionario quedó recogido en un bloc que inició Mesón durante su encierro y al que Doña contestó, 60 años después, en forma de libro: Querido Eugenio.